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  • Foto del escritorLuis Piedra-Cueva

Los airbags que matan


Una médica joven murió tras chocar con su auto en una esquina de San Pablo, Brasil, circulando a 35 km/h. El vehículo se desvió impactando contra una pared, con la fuerza suficiente como para que se dispare el airbag, que le provocó la muerte.


La fábrica japonesa de airbags Takata, proveedora mundial de ese equipamiento para la mayoría de los fabricantes de automóviles, tuvo una tristemente célebre notoriedad a raíz de la detección de fallas en algunas de las piezas que los componen.


Desde el 2015, cuando el hecho se hizo público y comenzaron los llamados a revisión (recalls) a los propietarios de vehículos afectados en todo el mundo, calculados en aquel entonces en más de 30 millones, las marcas insisten en la importancia del recambio de los airbags, debido justamente al alto riesgo al que se exponen las personas que se encuentren dentro de los coches a la hora de enfrentar un siniestro de tránsito.


Este fin de semana el programa Fantástico de TV Globo, presentó un informe con el caso de la médica, junto con otros cinco casos semejantes que terminaron con la vida de los automovilistas. Fiel a su estilo con un alto nivel de profesionalismo, la nota explicaba en detalle la falla asesina de los airbags de Takata que provocó la muerte de esas personas.


Precisamente se trata de una pequeña válvula metálica ubicada dentro del dispositivo, paradójicamente con aspecto muy semejante al de una bala de revólver, la que a raíz de un defecto en el metal, en el preciso momento que comienza el inflado de la bolsa de aire como consecuencia del impacto de detectan los sensores correspondientes, la pieza se parte en dos. Una de esas partes sale disparada a una velocidad estimada en 320 km/h, comportándose exactamente como una bala en un tiro a quemarropa.


Falta de atención


El informe referido concluye además con algunas cifras llamativas acerca de la falta de cumplimiento por parte de los usuarios con el llamado a revisión. De un total calculado en alrededor de cinco millones de vehículos afectados por ese problema dentro del parque automotor brasileño, solamente cerca de la mitad cumplió con el servicio de reparación.


En Uruguay, donde Takata tuvo una planta de fabricación en San José inaugurada por el entonces presidente José Mujica, cerrada apenas comenzaron los problemas de la empresa con los defectos, no hay al menos publicaciones con información acerca de registros de siniestros con resultados fatales por causa de los airbags.


Sí se han hecho los llamados correspondientes por parte de las representaciones de las marcas, pero es altamente probable que se mantenga la proporción de nuestro vecinos brasileños en cuanto al cumplimiento con el servicio de reparación.


Tal vez con algo más de información acerca de la gravedad de las consecuencias y el riesgo mortal al que se exponen ellos y sus seres queridos, los propietarios de los vehículos afectados se preocupen por resolver el tema. Algunas marcas como Chevrolet tienen una sección en su página web con el detalle de modelos y años, ofreciendo además un incentivo para quienes lo hagan: https://www.chevrolet.com.uy/campanas-preventivas/airbag-takata


El servicio, en todos los casos y con cualquier marca, es totalmente gratuito y requiere poco más de una hora de trabajo.


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