Y vaya si lo es. Todos estamos involucrados en el tránsito actual, cada vez más congestionado, más lento y con cada vez muchísimos más vehículos en calles de ciudades y rutas nacionales.
Todos estamos incluidos, desde los conductores de todo tipo de vehículos como bicicletas y motos, hasta el más voluminoso de los camiones u ómnibus, sin olvidar el importante rol que debemos asumir cuando nos toca ser peatones. En la conducción de un vehículo “cada segundo de distracción son metros que se recorren a ciegas”, según afirma UNASEV (Unidad Nacional de Seguridad Vial) en su campaña de concientización mediante la entrega de folletería en la expo-prado 2024.
No desconocemos el esfuerzo de todos los organismos que trabajan en procura de disminuir los siniestros y las lesiones en el tránsito; ni tampoco el trabajo de las organizaciones gubernamentales y no estatales que se suman a la lucha por combatir este flagelo que tantas vidas cobra a lo largo y ancho de nuestro territorio nacional. Así lo indican las tristes estadísticas que muestran la cantidad de personas que día a día pierden la vida en los siniestros viales, o quedan afectadas para siempre con secuelas por las lesiones sufridas, implicando además a sus entornos familiares y afectivos.
Hablaremos entonces sobre algunas de las distracciones más frecuentes al conducir que van de la mano de varios factores. Entre algunos de los denominados externos, la monotonía del tránsito frecuente por las mismas vías de circulación (yendo de la casa al trabajo, por ejemplo) puede generar un acostumbramiento capaz de provocar distracciones.
También el desvío de la mirada hacia la cartelería de señalización que no esté bien ubicada, o de publicidad estática, afectan la atención. Y sin dudas, y como uno de los elementos con mayor responsabilidad en la alta tasa de siniestralidad vial en el mundo, el teléfono celular juega un rol muy destacado.
Entre los factores internos, generalmente no se toma muy en cuenta el componente emocional del conductor. Tanto el enojo provocado por una situación puntual del propio tránsito o por problemas personales, o la depresión, como el cansancio físico y mental, incluyendo el sueño, tienen una incidencia directa en el comportamiento al volante.
Sin dejar de mencionar otras distracciones frecuentes, como la de buscar algún objeto dentro del auto, cambiar la estación de radio o conectar la reproducción de música. O incluso una conversación con otros pasajeros.
A modo de consejos simples, que puedan aportar a una conducta responsable al volante, hay algunas rutinas sencillas que se pueden aplicar antes de poner el auto en movimiento más allá de la extensión del viaje.
Lo primero es salir con el tiempo suficiente para evitar el apuro de exceder los límites de velocidad. Después, regular los espejos (en caso de ser un vehículo familiar con distintos conductores), dejar nuestro teléfono celular lejos del alcance y bien asegurado de tal modo que no salga catapultado en caso de una frenada brusca o un impacto, y observar que todos los pasajeros se coloquen el cinturón de seguridad antes del inicio del viaje.
Ubicarse cómodamente en la butaca, con la postura correcta de brazos y piernas (semi flexionados) y sin exceso de ropa que pueda dificultar el accionar en la conducción
Quien disfrute de la compañía de la radio o de música, el volumen no debe ser excesivo de tal modo que no nos aísle completamente del mundo exterior. Y aunque en la práctica resulta difícil, en realidad no se debe tomar mate mientras se conduce, pues ante una maniobra brusca es necesario tener ambas manos disponibles. Amén del riesgo de quemaduras por el derrame de agua caliente, que también puede generar distracciones que provoquen un siniestro de tránsito.
Y no desviar excesivamente nuestra atención hacia las conversaciones.
Como en tantos órdenes de la vida, predicar con el ejemplo es una buena manera de contribuir para crear conciencia acerca de la conducción responsable, además de minimizar los riesgos de generar y sufrir siniestros.
Seguiremos con este importante tema, con una mención especial para el rol de los peatones, otro de los protagonistas principales dentro de la circulación vial.
Porque sin lugar a dudas, la Seguridad Vial es asunto de todos.
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